Renovación de un contrato de alquiler o arrendamiento vencido, resultante de que el inquilino (locatario) se mantenga en el bien alquilado sin que el propietario (locador) se oponga. Prórroga expresa o tácita de un arrendamiento rústico o urbano. Se emplea como sinónimo de renovación automática de los contratos de alquiler.