Acción y efecto de perseguir para capturar materialmente a quien escapa. Historia: se han llamado persecuciones a las vejaciones, proscripciones, martirios, infligidos en diversas ocasiones a los cristianos de los primeros siglos, desde Nerón hasta Diocleciano. La mayoría de las veces los emperadores romanos perseguían a los cristianos no tanto por su doctrina sino por negarse, a causa de su religión monoteísta, a hacer sacrificios a la divinidad imperial, por lo cual se los consideraba criminales de lesa majestad. La gran persecución, la era de los mártires, fue en el año 303, durante el imperio de Diocleciano.