Entre ambos

contratos

Entre ambos

María José Jordán Palet

 

– ¡Por favor dime!-

No tuve que voltearme para ver quién me rogaba. Nicole Aris. ¡Hasta su nombre me hace recordar esos chillidos fuera de tono que a veces da! Sus pasos eran rápidos pero al mismo tiempo flojos; y se dirigían hacia mí. Con una mirada cansada, negué con mi cabeza – rogando a que entendiera que no quería decirle. Pero, no… ella tuvo que seguir molestándome.

-¡Ay, pretérita imperfecta! ¡Mejor dicho, preterit imperfect!- Pronunció esas palabras con un disimulado acento inglés y yo no pude contener una pequeña sonrisa escapar de mis labios.

El problema fue que cuando ella pronunció esas palabras; me tiró una bomba de saliva encima de la cara. Con una expresión de disgusto; me limpié los anteojos, ya que la gran cantidad de saliva que cayó encima de ellos me bloqueó la vista. Mi queridísima amiga no notó lo que ocurrió y continuó alegándome.

-¿Para qué me dices que no importa cuando debe ser importarte ya que no me quieres decir? –

Realmente, tendría menos dolores de cabeza si no fuera por su entonación de voz. Negué mi cabeza por la segunda vez pero noté que en su rostro se notaba la curiosidad tan plenamente prendida como una ampolleta de luz. Al observarla mirarme con esos enormes ojos espectadores; supe que no habría manera de negarle el conocimiento sin que se enojase conmigo. Suspirando le hice una mueca a que me acompañara afuera de la sala de clases.

-/-/-

Primero que nada, no tengo la culpa de haber nacido con una inquietud enorme. Segundo; ¡déjenme ser! Miren; deberían entender mi situación. He tenido que soportar de todo con mi amiga Jose. Sí… María José Jordán. Suena raro decir su nombre completo; así que dejémoslo en Jose. Bueno, como iba diciendo… he tenido que soportar cataclismos; tormentas y de lo peor con mi amiga – a causa de que no paraba de hablar sobre la misma cosa durante meses. Y por eso yo creo que tengo algo de razón al exigir de ella una respuesta que una tal persona le dio – (¡ahem!) Víctor Parry. Ohh, sí… el niño de sus sueños; el niño que hizo esto, lo que le dijo, si la miró, si la ignoró… todo eso es parte de lo que me cuenta cada día. Resulta que para mi desgraciada suerte (no es que me caiga mal ni nada pero creo que tener que escuchar a mi amiga hablar de él todos los días es como estar condenada), él va justamente dos cursos más arriba que nosotras – y en el mismo colegio.

Volviendo a la realidad… mi boca se abrió veinte metros. Su respuesta era…- ¡esperanzadora! ¡Magnífica! ¡Horrenda! ¡Espantosa! Las dos habíamos quedadas seleccionadas por Miss María Elena para una obra que luego nos avisarían cuál era; y al parecer Víctor también. ¡Nunca supe que niños de otros cursos más arriba iban a actuar a parte de nosotras! Mis mejillas se sonrojaron al pensar que lo más probable era que fuese a hacer el ridículo de mí misma. Cerré mi boca instantáneamente e imprevistamente un suspiro e inhalación de sorpresa vino de mi amiga.

Acto Número Uno

-¡Ay, Víctor, te quiero tanto!- Jose exclama apasionadamente mientras los dos personajes están abrazados.

-El amor real no se puede romper… sin embargo, igual trataré.- Digo yo, con una malévola sonrisa mirando al público y me acerco a mis dos amigos para romperles su escena amorosa. -¿Cómo te atreves, Jose? Tú sabes que Víctor quiere a otra… sabes que él me quiere a mí.- Chillo como desesperada y Jose me mira con unos ojos cuadriláteros.

– ¡¿¡¿¡¿QUÉ?!?!?!?- Me responde y Víctor mira al otro lado; avergonzado de sí mismo, al mismo tiempo tratando de escapar la pelea.

Volviendo a la realidad, mis labios se apretaron. Desde que Jose me obligó a conocerlo para ayudarla; me he visto en esa situación tan densa. Por un lado; sé que nunca le diré a mi amiga que me gusta el mismo niño que ella… y por otro; cada vez que veo que ella se acerca más a su corazón, el mío se derrite de pena. Excremento. ¡Mis problemas son excrementos! La única manera de esconder ese pequeño enamoramiento mío es a través del sarcasmo y muchas veces; la curiosidad. Mi madre siempre me reta por ser tan intrusa, pero realmente no hay nada que yo pueda hacer para cambiar eso.

Acto Número Dos

-Nicole… ¡para de meterte en mis asuntos! Déjame sola con mis problemas…- Jose exclama enojadísimamente, ya que por una parte, su amado Víctor no le ha hablado a causa de su enojo con ella y Nicole está siendo muy intrusa al respecto.

-No puedo evitarlo… ¡Mira! ¡Mis ojos no paran de abrirse e indicar curiosidad… mi boca no para de preguntar y mi mente de desear saber lo que ocurre!- Nicole le muestra a su amiga todas las partes que menciona con un dedo.

Tengo una maldición… definitivamente. Primero, no le puedo contar a una de mis verdaderas amigas sobre mi amor platónico, luego, resulta que él queda seleccionado para la misma obra que yo y en una parte debo besar a un niño desconocido… y por último, Miss María Elena decide ponerme en una situación embarazosa mientras practicamos la obra “Yo y Mis Incoherencias”. [Nota: Jose es la persona perfecta para interpretar a la protagonista; la niña que vive en un mundo de incoherencias. Yo solamente soy su vecina loca que se enamora del jardinero tímido…].

-¡NO! ¡NO! Y ¡NO! Ven aquí, Nicole.- La voz de Miss María Elena interrumpe fuertemente mi acto.

En el instante en que escuché el primer no yo ya había parado mi dramática entrada en el escenario. Sabía que debía desarrollar más mi personaje; pero recientemente con todas las pruebas y tareas que el colegio nos daba, no tuve tiempo en el fin de semana para prepararlo. El viernes nos habían dado la obra para que el lunes la pudiésemos actuar. Mi cuerpo se volvió rígido mientras que la profesora de teatro se acercaba. Me daba risas a veces… era una mujer bajita, con un rostro muy expresivo y con mechas de pelo que iban para todos los lados. Lo que más te agarraba la atención era su manera de moverse… de pensar y hablar silenciosamente consigo misma. Hubo una vez en que estaba saliendo del colegio y ella, desde la nada, salió hacia el centro del patio y empezó a gritar algo sobre el nazismo, que mataban todo lo que veían… que mataban la inspiración y la diferencia entre los seres humanos… etc.

Cuando había llegado a casa, le pregunté a mí mamá sobre lo que el nazismo era; y lo único que entendí fue que eso ocurrió en el pasado y que era un grupo de personas que querían que todos fuesen iguales o algo por el estilo. Fruncí el ceño. Al ver Miss María Elena reírse sola; comprendí que tardaría mucho tiempo en entenderla…

 {show access=”Registered”}

danwload

Loguearse para ver o descargar este item

Completar campos para enviar su solicitud.

×